lunes, 14 de abril de 2008

FINAL DEL CICLO DE FERIA EN LA MAESTRANZA: Los miuras no respondieron a la tradicional expectación

Fracaso de los miuras en la última corrida del ciclo de Feria en la Real Maestranza. Las reses del acreditado ganadero fueron un auténtico fiasco. Una total decepción para los aficionados. Para colmo de una tediosa tarde-noche en el Coso del Baratillo, el presidente devolvió dos toros de esta divisa a los chiqueros. Uno de ellos, después de más de media hora de vanos intentos para que los cabestros se llevaran la res a los toriles, tuvo que ser ñiquidado por el jerezano Padilla con un espadazo y algunos descabellos en el mismo redondel.
Una jornada taurina de trágico aburrimiento y de amplísimo hastío, a pesar del interés de los toreros en agradar y en sacarle punta al festejo. Pero los miuras ni dieron el buen tono esperado ni esa peligrosidady bravura clásicas que tienen estas reses. Mulos auténticos, inválidos los devueltos e imposibles para la lidia la mayoría. Los gordos, eran gordísimos. Hasta se aplaudió las salidas de algunos morlacos, porque uno de ellos alcanzaba 680 kilos en canal. Pero aquello fue lo de si quieres arroz, Catalina.
El Fundi y Padilla, en la primera parte del festejo, colocaron banderillas repartidas para gozo de alguna parte del respetable. Pero luego, en la lidia normal, ni con los sobreros, siendo uno de ellos del Conde de la Maza. Las reses, no todas, tuvieron presencia, pero no estaban aptas para una lidia para el lucimiento de la terna. El único que pudo sacar provecho de su toro, Datilero, fue Javier Valverde, el primero de su lote. Al menos, este animal llegó con buen son a la muleta para que el salmantino, con entrega, valor y rabia, le pudiera hacer una faena al son de la música. Muletazos correctos, un bajonazo en el volapié y una oreja, porque el respetable estaba con ganas de hacer algún regalito, con la anuencia del presidente.
No hay más historia que las tres largas y pesadas horas que duró este festejo que fue enormemente anodino. Sufrimiento general del público en la más de media hora que costó meter en los corrales el primer toro devuelto de Miura –Estanquero--, que tuvo que se liquidado por Padilla en el ruedo.
Con esta falsa “miurada” finalizó el ciclo taurino de Feria en la Maestranza, que se ha desarrollado con más pena que gloria.

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