jueves, 3 de junio de 2010

TOROS EN SEVILLA.- Salvador Cortés triunfo en la corrida del Corpus

TOROS EN SEVILLA.- Salvador Cortes
corta dos orejas en la corrida del Corpus

Plaza de Toros de la Real Maestranza
24º FESTEJO DE ABONO. Jueves 3 de junio de 2010.
El matador de toros Salvador Cortés ha sido el triunfador de la tradicional corrida del Corpus en la Maestranza sevillana al cortar dos orejas del sexto, el mejor toro de la corrida de Martín Lorca al que el torero toreó muy bien especialmente al natural.

FICHA DE LA CORRIDA:
Se lidiaron toros de Martin Lorca, el tercero sobrero, de escaso juego excepto el sexto, bueno.
Juan José Padilla, silencio y ovación.
Uceda Leal, ovación y silencio.
Salvador Cortés, silencio y dos orejas.
Más de media plaza.
Saludaron en banderillas Luis Mariscal y Pedro Mariscal en el sexto.
Presidió la corrida Julián Salguero Villadiego. Fue asesor veterinario Álvaro Pedregosa y asesor taurino Jesús Martín Cartaya.

CRÓNICA DE LA CORRIDA:
El triunfo de Salvador Cortés en el sexto de la tarde, al que logró cortarle las dos orejas, ha sido lo más sobresaliente de la corrida del Corpus en Sevilla. La tarde no arrojaba buen balance hasta que el diestro sevillano armó la revolución con el sexto toro y logró la mejor faena de esta corrida en la tradicional fiesta eucarística sevillana.

Cuando nos acercábamos a la Plaza de Toros de la Real Maestranza en esta Sevilla “cateta” según un recuadrista de pequeño formato, un centenar de absurdos alborotadores confundieron el Paseo Colón con las Ramblas de Barcelona. Pancartas, banderas, música de pitos y los geos pendientes del alboroto, madre, qué jaleo de catetada. Otros independentistas de chupachupes en la tierra de María Santísima, pidiendo la abolición de la pena de muerte del toro bravo. Este grupo debería viajar a Irlanda y pedir la extradición de ese sanguinario etarra que se esconde tras el burladero del escondite nacional.

Pero la Real Maestranza, la bella plaza, ni se inmutó. Hubo algo más de media entrada. Es decir, un número bastante superior a esos catetos a babor que quieren acabar con una tradición y una cultura que tiene mucho poder de convocatoria. Por tanto: mayoría absoluta de los que son partidarios de los toros y todos sus pros y sus contras. Porque en un festejo puede que no haya toros y si toreros o todo lo contrario. Pero también puede suceder que no haya ni lo uno ni lo otro.

Así que muy animosos son los abonados que van al coso del Arenal, porque la esperanza nunca la pierden.
Esta corrida del Corpus tenía sabor a festejo de Feria abrileña, pero con alta temperatura. Los morlacos de Martín-Lorca –los siete--, no fueron todos buenos, aunque los tres espadas –sobre todo Cortés en el sexto--, intentaron siempre levantar el ánimo de los aficionados. Mira que eran bonitos los nombres de los toros: Felino, Dibujado, Garrullo, Capitalizo, Guitarristo, Indiano y ese sobrero llamado Beduino, que no llegó precisamente del Jardín de Alá. Con el Indiano, el sexto, los naturales de Cortés brillaron más que las luces que iluminaban a esa hora del anochecer el coso del Arenal.

Hasta que llegó la faena de Salvador Cortés en el último de la jornada, sólo hay que destacar la entrega del jerezano Padilla, que además siempre se luce en los tercios de banderillas. En el segundo de su lote, el torero de Jerez estuvo hasta por encima del toro, pero le faltó algo de ritmo, garra y calidad para llegar al nivel óptimo. Después de matar a este segundo toro –Capitalizo--, Padilla escuchó una fuerte ovación y no se atrevió a dar la vuelta al ruedo, aunque nadie le hubiera puesto muchos impedimentos.

Uceda Leal paso sin pena ni gloria. El madrileño lo intentó por activa y por pasiva, pero el ganado que le tocó en suerte fue excesivamente manso y con mucha falta de fuerzas.

Aunque Salvador Cortés lo intentó todo en su primero, el sevillano no tuvo fortuna. “Garrullo” fue devuelto a los corrales y “Beduíno”, el sobrero, tampoco respondió a los buenos deseos del matador. Pero el de Mairena del Aljarafe, que parecía que había perdido ese buen compás que le situó años atrás en la máxima cumbre, armo el alboroto con el toro que cerró plaza. El “Indiano”, de 589 kilos, respondió perfectamente para el lucimiento del de Mairena. Salvador Cortés tiene mucha casta y es gran torero y tiró del pellizco y de la banda del maestro Tejera. Una espléndida faena que aún brilló más por esos focos encendidos que enriquecían la belleza de la plaza. La jornada se transformó de forma espectacular. Salvador Cortés acertó con el acero y acabó con el cuadro. Había ganas de vivir la fiesta y de gozar con la fiesta. Fue Salvador Cortés, en ese último suspiro de la corrida del Corpus, bajo un cielo de estrellas, quien se llevó el gato al agua. Entusiasmo en unos tendidos que, calladamente, siempre espera la apoteosis. Y el de Mairena volvió a ofrecer mucha torería en la Plaza sevillana de la Maestranza. ¡Qué siga la fiesta!, !Abajo los antitaurinos!

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