Desde este periódico digital se ha podido seguir, a través de Internet y por la televisión municipal de Sevilla, el solemne acto de beatificación de la Madre María Purísima de las Hermanas de la Cruz. Sin embargo, queremos dejar constancia informativa de este brillante acto celebrado en el Estadio Municipal de La Cartuja.A la beatificación de Madre María de la Purísima en el Estadio Municipal de La Cartuja de Sevilla han asistido más de 50.000 personas. Un acto que ha engrandecido a las Hermanas de la Cruz a la que pertenecía esta beata y cuya fundadora, Sor Santa Ángela, ya fue beatificada y canonizada por Juan Pablo II en nuestra ciudad.
La beatificación, la segunda de las Hermanas de la Cruz en su poco más de siglo de existencia, fue presidida por la imagen de la Esperanza de la Macarena, que por primera vez ha salido del área del casco histórico para cruzar el antiguo cauce del Guadalquivir por el puente del Alamillo y llegar hasta la Isla de La Cartuja.
El traslado de la popular imagen de la Macarena se inició a las tres de la mañana, llegando al altar situado en el estadio de la Cartuja sobre las diez. Unas 60.000 personas acompañaron a la procesión de la Virgen hasta la Isla de la Cartuja. La Macarena iba en su paso sin palio. En este trono, además de los candelabros de guardabrisas que posee la hermandad, también se colocaron en los laterales los candelabros de la carreta del Rocío de San Gil.
Al acto de la beatificación de Madre María de la Purísima asisieron asistido los cardenales Carlos Amigo Vallejo, Rouco Varela y García Gasco; el prefecto de la Congregación de Santos, Ángelo Amato; el Nuncio de Su Santidad en España, Renzo Fratini; una treintena de prelados, entre ellos, el Nuncio en Rumanía, Javier Lozano, el obispo de la diócesis argentina de Añatuya, Adolfo Armando Uriona, y seiscientos sacerdotes. En la primera fila figuraba en representación del alcalde de la ciudad la delegada de Fiestas Mayores de Sevilla, Rosa Mar Prieto. También acudió al estadio una numerosa presentación del PP, encabezada por Javier Arenas.
El arzobispo de Sevilla, José Asenjo, ha destacado que las Hermanas de la Cruz, "con su pobre y tosco sayal, son la admiración de Sevilla y de todas aquellas poblaciones de Andalucía, España, Italia y Argentina donde tienen sus casas porque viven el Evangelio químicamente puro, con toda su belleza y radicalidad". La rápida beatificación de Madre María de la Purísima ha sido posible después de atribuírsele la milagrosa curación de la niña Ana María Rodríguez Casado, que nació sin la vena cava inferior y con una cardiopatía congénita en 2001 en La Palma del Condado y quien ha recibido su primera comunión en el estadio de La Cartuja entre los aplausos de las decenas de miles de asistentes. Al final del acto, el cardenal Amato, dijo que si se conocía a Sevilla como "la ciudad de la gracia", es ahora "la ciudad de la gracia divina".
No hay comentarios:
Publicar un comentario