FICHA DEL FESTEJO
Primera corrida de la Feria de San Miguel. Sevilla, viernes 23 de septiembre de 2011.
Se lidiaron seis toros de la ganadería de José Luís Pereda-La Dehesilla, bien presentados pero con desigual juego. Causó asombro el sexto de la tarde, de nombre “Tripón”, con 597 kilos.
La Plaza registró casi tres cuartos de entrada. Buena temperatura y ligera brisa sobre el ruedo. Presidió Julián Salguero, con Álvaro Pedregosa (asesor veterinario) y Jesús Martín Cartaya (asesor artístico).
· Iván Fandiño, silencio y ovación.
· David Mora, ovación y palmas.
· Esaú Fernández, ovación y ovación, con saludos en los tercios.
* Crónica de Fernando Gelán
Había gran expectación porque el cartel de la corrida que abría el ciclo de la Feria de San Miguel, ya en la recta final de la temporada, había reunido a tres jóvenes artistas, triunfadores en muchas plazas a lo largo de esta temporada.
La Empresa Pagés, representada por Eduardo Canorea y Ramón Valencia, trabajó con mucha ilusión para ofrecer a la afición sevillana una terna de muchos atractivos.
Aunque no hubo vueltas al ruedo ni orejas que lucir al final de la lidia de cada toro, bien es
verdad que los toreros hicieron todo lo imposible por agradar y ofrecer un buen espectáculo taurino.
Hubo muchos, muchísimos detalles. Pero muchos toros se rajaron antes o después de la pelea que cada uno de los matadores intentó ofrecer, con todo su buen hacer y poder, sobre el amarillo albero del Coso del Baratillo.
Agradables y pintureros fueron los quites que Esaú Fernández realizó durante la faena de David Mora en el segundo de la tarde.
Espectaculares y temerosas las portagayolas del camero en sus correspondientes toros.
Ajustados y templados la exhibición de David Mora con el capote en el quinto de la tarde.
Fulminantes las estocadas del torero madrileño y de Esaú Fernández en el primero de su lote.
No fue una corrida para tirar cohetes, pero sí para analizar las buenas ideas e intenciones de los tres toreros. Faltó, tal vez, más fortaleza en los toros. La presentación fue buena y algunos hicieron un juego positivo, pero se agotaron en los últimos momentos de cada lidia. Incluso el sexto de la tarde, un torazo de cerca de 600 kilos, tampoco mantuvo el ritmo que exigían los toreros.
Mal Ivan Fandiño en su primero –“Frígido”, de 549 kilos--, porque el toro flaqueó desde los primeros lances de capa ejecutados por el de Orduña. No hubo nada de nada en el tercio final y Fandiño, desesperado, tuvo que entrar a matar cuatro veces y usar en dos ocasiones el verduguillo. El silencio fue total.
Sin embargo, en su segundo toro, quinto del festejo –“Gordón”·, de 587 kilos--, Iván Fandiño quiso desquitarse del fiasco del primero. Realizó lentos pases con la capa, ejecutados con valentía. Luego, con la muleta, Fandiño quiso ir superando todas las trabas y acabar la faena con cierto decoro artístico. Sonó hasta la música. Pero la res no respondió al reto del torero y la faena del vizcaíno se f
ue diluyendo poquito a poco. A pesar de todo, el público agradeció todos los buenos deseos de Iván y le premió con bastantes palmas.
David Mora tuvo más fortuna con los dos toros que le tocó en suerte. El madrileño, en su primero –“Farmacio”, de 540 kilos--, estuvo valiente y decidido. En este toro fue donde Esaú Fernández hizo un quite que le arrebató protagonismo a Mora. Pero el de Madrid estuvo muy acertado en la faena de muleta, ofreciendo una variada y lucida tanda de naturales y derechazos. Mató pronto al toro y recibió los aplausos del público. Mora saludó desde los tercios.
En su segundo, David Mora hizo furor con el capote ante el toro –“Alabardero”, de 595 kilos--, con verónicas lentas y precisas que agradaron a los aficionados. Pero ya en la faena de muleta, “Alabardero” se vino abajo, y aunque el madrileño puso rabia y corazón, la res se rajó y hasta huía de la pelea que quería desarrollar David Mora. La estocada rápida fue fulminante para acabar con el toro de Pereda.
Sevilla estaba y está con el de Camas. La afición mima a Esaú Fernández, porque esta ciudad quiere que triunfe y llegue a lo más alto de la cima torera. En su primero –“Lindo”, de 519 kilos--, se fue ya a portagayola con su capote. Y salió bien de este fuerte riesgo taurino. Con la muleta, Esaú quiso llevar a cabo una faena ajustada, seria, sentida, valiente y artística. Pero el toro se rajó en la parte final de la faena y la labor del camero se fue apagando. Sin titubear, con decisión –tal vez le faltó mover a la res en otro terreno de la plaza--, Esaú siempre volvió a la carga, con mucha fe, para rematar su primera actuación en esta corrida de San Miguel. Pero tuvo que coger la espada y entrar a matar con decisión y firmeza. Una estocada certera y ovación para el camero, con saludos desde el tercio.
En su segundo, sexto y último de esta primera de San Miguel, Esaú también cogió su capote y se fue hacia la puerta de los toriles. Repitió la misma buena imagen, sus ganas, sus buenos deseos. El toro –“Tripón”, de 597 kilos--, era un pedazo de morlaco. Su faena de muleta se la brindó a los arene
ros. Esaú cogió su franela roja y, ante el mastodonte de Pereda, buscó en todo momento su mayor fortuna taurina. Ofreció el camero buenos lances por la derecha y por la izquierda. Ajustados pases de pecho y una fina destreza en el manejo de la muleta. Sonó la música en honor del torero. Pero a pesar de la constancia, la garra y la firmeza de Esaú, el toro dijo que ya estaba bueno lo bueno, y se rajó.
No se quiso complicar el camero y al ver que “Tripón” no daba para más, prefirió dejar ese buen sabor de boca y coger la espada para rematar la faena.
Pinchó a la primera; dio buena estocada a la segunda y utilizó el descabello a la tercera. Pero los tendidos agradecieron a Esaú Fernández su valor, su entrega y su espíritu de lucha. Pudo ser tarde de orejas, pero se quedó en ovaciones para los tres toreros y para esos detalles taurinos que siempre llenan a los buenos aficionados.
Esta tarde, en la Real Maestranza de Sevilla, se celebrará la segunda corrida de toros de la Feria de San Miguel. Con reses de la ganadería de Torrealta, los matadores de esta cartel son Manuel Jesús "El Cid", Sebastián Castalla y Alejandro Talavante. La corrida comenzará a las seis de la tarde.
Primera corrida de la Feria de San Miguel. Sevilla, viernes 23 de septiembre de 2011.
Se lidiaron seis toros de la ganadería de José Luís Pereda-La Dehesilla, bien presentados pero con desigual juego. Causó asombro el sexto de la tarde, de nombre “Tripón”, con 597 kilos.
La Plaza registró casi tres cuartos de entrada. Buena temperatura y ligera brisa sobre el ruedo. Presidió Julián Salguero, con Álvaro Pedregosa (asesor veterinario) y Jesús Martín Cartaya (asesor artístico).
· Iván Fandiño, silencio y ovación.
· David Mora, ovación y palmas.
· Esaú Fernández, ovación y ovación, con saludos en los tercios.
* Crónica de Fernando Gelán
Había gran expectación porque el cartel de la corrida que abría el ciclo de la Feria de San Miguel, ya en la recta final de la temporada, había reunido a tres jóvenes artistas, triunfadores en muchas plazas a lo largo de esta temporada.
La Empresa Pagés, representada por Eduardo Canorea y Ramón Valencia, trabajó con mucha ilusión para ofrecer a la afición sevillana una terna de muchos atractivos.
Aunque no hubo vueltas al ruedo ni orejas que lucir al final de la lidia de cada toro, bien es
verdad que los toreros hicieron todo lo imposible por agradar y ofrecer un buen espectáculo taurino.Hubo muchos, muchísimos detalles. Pero muchos toros se rajaron antes o después de la pelea que cada uno de los matadores intentó ofrecer, con todo su buen hacer y poder, sobre el amarillo albero del Coso del Baratillo.
Agradables y pintureros fueron los quites que Esaú Fernández realizó durante la faena de David Mora en el segundo de la tarde.
Espectaculares y temerosas las portagayolas del camero en sus correspondientes toros.
Ajustados y templados la exhibición de David Mora con el capote en el quinto de la tarde.
Fulminantes las estocadas del torero madrileño y de Esaú Fernández en el primero de su lote.
No fue una corrida para tirar cohetes, pero sí para analizar las buenas ideas e intenciones de los tres toreros. Faltó, tal vez, más fortaleza en los toros. La presentación fue buena y algunos hicieron un juego positivo, pero se agotaron en los últimos momentos de cada lidia. Incluso el sexto de la tarde, un torazo de cerca de 600 kilos, tampoco mantuvo el ritmo que exigían los toreros.
Mal Ivan Fandiño en su primero –“Frígido”, de 549 kilos--, porque el toro flaqueó desde los primeros lances de capa ejecutados por el de Orduña. No hubo nada de nada en el tercio final y Fandiño, desesperado, tuvo que entrar a matar cuatro veces y usar en dos ocasiones el verduguillo. El silencio fue total.
Sin embargo, en su segundo toro, quinto del festejo –“Gordón”·, de 587 kilos--, Iván Fandiño quiso desquitarse del fiasco del primero. Realizó lentos pases con la capa, ejecutados con valentía. Luego, con la muleta, Fandiño quiso ir superando todas las trabas y acabar la faena con cierto decoro artístico. Sonó hasta la música. Pero la res no respondió al reto del torero y la faena del vizcaíno se f
ue diluyendo poquito a poco. A pesar de todo, el público agradeció todos los buenos deseos de Iván y le premió con bastantes palmas.David Mora tuvo más fortuna con los dos toros que le tocó en suerte. El madrileño, en su primero –“Farmacio”, de 540 kilos--, estuvo valiente y decidido. En este toro fue donde Esaú Fernández hizo un quite que le arrebató protagonismo a Mora. Pero el de Madrid estuvo muy acertado en la faena de muleta, ofreciendo una variada y lucida tanda de naturales y derechazos. Mató pronto al toro y recibió los aplausos del público. Mora saludó desde los tercios.
En su segundo, David Mora hizo furor con el capote ante el toro –“Alabardero”, de 595 kilos--, con verónicas lentas y precisas que agradaron a los aficionados. Pero ya en la faena de muleta, “Alabardero” se vino abajo, y aunque el madrileño puso rabia y corazón, la res se rajó y hasta huía de la pelea que quería desarrollar David Mora. La estocada rápida fue fulminante para acabar con el toro de Pereda.
Sevilla estaba y está con el de Camas. La afición mima a Esaú Fernández, porque esta ciudad quiere que triunfe y llegue a lo más alto de la cima torera. En su primero –“Lindo”, de 519 kilos--, se fue ya a portagayola con su capote. Y salió bien de este fuerte riesgo taurino. Con la muleta, Esaú quiso llevar a cabo una faena ajustada, seria, sentida, valiente y artística. Pero el toro se rajó en la parte final de la faena y la labor del camero se fue apagando. Sin titubear, con decisión –tal vez le faltó mover a la res en otro terreno de la plaza--, Esaú siempre volvió a la carga, con mucha fe, para rematar su primera actuación en esta corrida de San Miguel. Pero tuvo que coger la espada y entrar a matar con decisión y firmeza. Una estocada certera y ovación para el camero, con saludos desde el tercio.
En su segundo, sexto y último de esta primera de San Miguel, Esaú también cogió su capote y se fue hacia la puerta de los toriles. Repitió la misma buena imagen, sus ganas, sus buenos deseos. El toro –“Tripón”, de 597 kilos--, era un pedazo de morlaco. Su faena de muleta se la brindó a los arene
ros. Esaú cogió su franela roja y, ante el mastodonte de Pereda, buscó en todo momento su mayor fortuna taurina. Ofreció el camero buenos lances por la derecha y por la izquierda. Ajustados pases de pecho y una fina destreza en el manejo de la muleta. Sonó la música en honor del torero. Pero a pesar de la constancia, la garra y la firmeza de Esaú, el toro dijo que ya estaba bueno lo bueno, y se rajó.No se quiso complicar el camero y al ver que “Tripón” no daba para más, prefirió dejar ese buen sabor de boca y coger la espada para rematar la faena.
Pinchó a la primera; dio buena estocada a la segunda y utilizó el descabello a la tercera. Pero los tendidos agradecieron a Esaú Fernández su valor, su entrega y su espíritu de lucha. Pudo ser tarde de orejas, pero se quedó en ovaciones para los tres toreros y para esos detalles taurinos que siempre llenan a los buenos aficionados.
Esta tarde, en la Real Maestranza de Sevilla, se celebrará la segunda corrida de toros de la Feria de San Miguel. Con reses de la ganadería de Torrealta, los matadores de esta cartel son Manuel Jesús "El Cid", Sebastián Castalla y Alejandro Talavante. La corrida comenzará a las seis de la tarde.
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