domingo, 29 de abril de 2012

ÚLTIMA HORA DEPORTIVA.- El Sevilla, con un claro arbitraje en contra, pudo dar la sorpresa en el Bernabéu

Jugó el Sevilla en Madrid, en el estadio blanco del Santiago Bernabéu, en la mañana del domingo 29, en la jornada 35 de la Liga de andar por casa. El equipo de Nervión fue tan inocente, que dejó escapar numerosas ocasiones de gol para haber dado la gran sorpresa ante el cuadro madridista, que, a falta aún de las matemáticas, será, con toda seguridad, el campeón de esta Liga 2011-2012. El Madrid se encontró con muchas facilidades para batir a Javi Varas. Y pagó este tributo en el viejo Chamartín.   

REAL MADRID, 3; SEVILLA F.C., 0.- No cabe la menor duda de que este tres-cero a favor del equipo del Bernabéu es totalmente engañoso. Ni el Madrid hizo fútbol para marcar tres goles ni el Sevilla fue tan endeble como para salir del estadio madridista con este abultado tanteo. A los tres minutos se le anuló un gol al Sevilla, obra de Fazio, porque el mal árbitro de este choque entendió que Negredo había empujado a teatral Pepe, cuando ya se sabe de antemano que el defensa del Madrid tiene por costumbre la de engañar y hacer pura comedia para engatusar a los trencillas. Mateo Lahoz, que es un mal juez, señaló ese roce del delantero sevillista al falso de Pepe y el gol del defensa sevillista no subió al marcador.

No se desmoralizó el Sevilla por el mal trato arbitral y siguió buscando la sorpresa y el zarpazo en el Bernabéu, ante un Madrid que no quiso sufrir mucho en esta pelea deportiva. Sin muchos riegos, el cuadro local se encontró a los 19 minutos con un gol de Cristiano, que aprovechó ciertas dudas defensivas del Sevilla. Pese a todo, y con este gol en contra, el equipo que prepara Michel siguió seriamente metido en el partido y buscando con buen fútbol la portería de Casillas. A los 27 minutos, Navas falla ante el portero local un magistral servicio de Reyes. Poco tiempo después, es Negredo quien no logra marcar, con todo de su parte. Estos graves errores del Sevilla repercuten moralmente en el juego del equipo, permitiendo que el Madrid se quite la soga del cuello hasta el final de la primera parte.

También se inició la segunda parte de este encuentro con otro fallo de Negredo ante el marco de Casillas. Ya eran muchas ocasiones perdidas. Mientras tanto, llegó otro gol del Madrid al no entenderse en el dominio del balón Coke y Javi Varas en el área, permitiendo ambos que el hábil y pícaro Benzemá marcara el segundo del Madrid. Inocente, muy inocente, el Sevilla. Además, mientras el Madrid aplicaba la ley del hacha para cortar las acciones ofensivas del Sevilla, el equipo de Michel dejaba jugar sin meter un dar un ajustado patadón. Y entre ese quiero y no puedo del cuadro de Nervión, con tantas oportunidades de gol perdidas, el Madrid remató su faena con otro tanto marcado por Benzemá. Era el tercero, pero el árbitro dejó seguir el contragolpe local sin sancionar una clara falta de Özil a Coke. En las gradas, ya con el corazón más sereno, se gritaba con júbilo lo de “campeones, campeones”, porque ya todo está pendiente de las matemáticas de aquí a pocos días.

El partido se fue diluyendo con un juego absurdo del Madrid y la búsqueda de la honrilla por parte de un Sevilla, que aparte de las ocasiones perdidas de gol y su inocencia en la pelea, nunca lanzó la toalla. Jesús Navas, en esta segunda parte, realizó por su banda acciones de mucho mérito, pero nunca hubo rematador fino para los centro del extremo internacional.

Si no hay remedios en las jornadas que quedan –con ese derby local entre semana--, el Sevilla tiene muy complicado alcanzar un puesto de clasificación europea. Está en ese empeño, pero también hay que tener en cuenta que los otros equipos que están por delante tienen los pasos más firmes.

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