jueves, 27 de febrero de 2014

El Grupo de Teatro del Centro de Educación Permanente Ribera del Guadalquivir "La Fablilla" representa en Coria del Río la obra inédita de Blas Infante

* La obra de teatro ‘Motamid, el último rey de Sevilla’ se puede ver hoy a las 19:00 horas en el Centro Cultural ‘Pastora Soler’.

El grupo de teatro del Centro de Educación Permanente Ribera del Guadalquivir ‘La Fablilla’ pone en escena por primera vez, esta tarde a las 19:00 horas en el Centro Cultural ‘Pastora Soler’, la única obra teatral que, en 1920, escribió Blas Infante titulada ‘Motamid, último rey de Sevilla’, drama teatral que cuenta los últimos días del rey poeta que gobernó el reino de taifa de Sevilla durante gran parte del siglo XI, cuya figura era para el Padre de la Patria Andaluza el prototipo del príncipe andaluz por su cultura y fortaleza.
La obra está dirigida por Rocío Gandul y Alfonso Fernández y protagonizada por los actores amateur José Antonio Barragán (Motamid) y Rocío Gandul (Itimad), acompañados por otros 13 corianos más. La entrada es gratuita hasta completar aforo.
Según cuenta la leyenda hubo en Sevilla un rey de la dinastía de los Abadíes llamado Al-Motamid. Era un gran poeta y un gran apasionado de la literatura y de la música, en general de todas las artes, que hizo de Sevilla la capital cultural del mundo. Fue un rey tolerante y amado por su pueblo.
Paseando un día a orillas del Guadalquivir con su amigo Ibn Ammar, el rey improvisó un verso y le rogó a su amigo que continuase, pero de pronto sonó la voz de una mujer que completo los versos. Al-Motamid se volvió y se encontró con una bella muchacha llamada Itimad, a la que le decían la Rumaikiyya por ser esclava de una tal Rumiac, de profesión muletero. Mucho se maravilló Al-Motamid, por su arte de improvisar y por su hermosura. El rey se enamoró perdidamente de ella y se casaron.
Itimad era amable, ingeniosa, discreta y muy animada en la conversación, pero estaba llena de caprichos, con lo cual dio mucho que hacer a su consorte. Uno de sus caprichos, entre otros muchos, era ver la nieve, así que el rey Al-Motamid ordenó plantar almendros en la sierra de Córdoba, para que al florecer pareciese un paisaje nevado a los ojos de su amada.
Al rey poeta le tocó reinar en una época muy difícil, llena de conflictos con los cristianos y de luchas con los otros reyes de taifas. Al-Motamid luchó hasta el último momento contra la invasión del Emir Yusuf, finalizando con su destierro en Agmat (Marruecos).

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