domingo, 28 de septiembre de 2014

LIGA ADELANTE.- El acierto y el remate del goleador Rubén Castro permitió al Betis ganar en el Villamarín un complicado partido por la entrega del humilde Mirandés que hizo sufrir a los verdiblancos (2-0)

LIGA ADELANTE.- 

En el estadio Benito Villamarín se jugó el partido correspondiente a la sexta jornada de la Liga Adelante entre el Real Betis Balompié y el Club Deportivo Mirandés. El encuentro finalizó con el resultado de dos a cero (2-0) a favor del equipo vediblanco. No fue fácil para el equipo de Velázquez amarrar esta victoria que es muy importante para poder superar la crisis y salir a flote con todas las consecuencias. El humilde equipo del Mirandés, en muchas ocasiones, luchó con mucha entrega y pundonor y tuvo sus grandes oportunidades para amargar la jornada a los béticos. La escuadra de Heliópolis no supo o no pudo encontrar la forma de serenar y centrarse sobre la yerba, para poder dominar y controlar el partido. En muchos momentos fue el Mirandés quien dominó esta dura y sufrida pelea deportiva. La habilidad rematadora de Rubén Castro fue fundamental para hacer morder el polvo al conjunto rival. El delantero bético, en los minutos 28 y 54, marcó los dos goles precisos para no arruinar el porvenir. De momento, el equipo de Heliópolis está el cuarto en la clasificación y a un punto del líder.

Las aguas revueltas verdiblancas volvieron a su cauce normal tras la gran victoria conseguida por el equipo de Velázquez, que estuvo sobre las cuerdas, en Gerona. El 1-3, con dos goles de Rubén Castro, evitó la tragedia bética que se mascaba en el ambiente. La escuadra de Heliópolis supo reaccionar a tiempo y en forma y este gran paso adelante ha transformado afortunadamente el ambiente para que se normalice la situación y todo vaya viento en popa y a toda vela.

Por tanto, volvió la confianza en la plantilla del Betis y las grandes esperanzas de fijar el camino del ascenso a la Primera División. La afición, no cabe la menor duda, está apoyando al equipo con todas sus fuerzas. Y la presencia de seguidores en las gradas del Villamarín es altamente numerosa para que el equipo verdiblanco se sienta siempre bien arropado para poder superar todos los malos mengues.

Hay equipo para colocarse en los puestos directos de ascenso. Y la hinchada está ahí, apoyando sin desmayo a los hombres que defienden los colores verdiblancos. Tras superar el bache y los temores en Gerona, el equipo vuelve a la carga con todas las ilusiones del mundo. Ya se sabe que cada encuentro tiene sus dificultades, porque ningún rival hace regalos inesperados. Pero el Betis se enfrentaba en casa, en Heliópolis, con un Mirandés que está en los puestos bajos de la tabla. Aunque la escuadra de Velázquez no se podía confiar lo más mínimos por las diferencias que hay entre uno y otro equipo, porque ya se sabe que siempre surge un David para derribar a Goliat. Y el Mirandés sorprendió en el Villamarín y a punto estuvo de hacer muchos estragos. Menos mal que surgió el de siempre, la figura de Castro, para meter dos goles decisivos para amarrar una victoria importante.

Había muchas ilusiones de contemplar al Betis tras el buen resultado en Gerona. Y la afición volvió, como siempre, a estar junto al equipo. Pero sorprendió el Mirandés con su dominio y control de las jugadas y sus acciones ofensivas para sorprender a Adán. Los hombres de Carlos Terraza, con buenos toques, buena pegada y peligrosas contras, hicieron tambalear todo el esquema verdiblanco. Mientras el Mirandés se movía con seguridad sobre el terreno de juego, el Betis sufría porque no sabía cómo apagar el fuego que alentaban los visitantes. Muchos hombres del centro del campo verdiblanco, como Ndiaye o Matilla, tenían que bajar a reforzar la retaguardia porque el Mirandés llegaba a los dominios de Adán con bastante peligro.
Le costó al equipo de Velázquez romper el hielo para poder superar la intensidad impuesta por los visitantes. En el minuto 20 de juego hubo una primera ocasión de remate local, por parte de Molinero, pero la defensa del Mirandés cumplía bien con sus deberes. El Betis se fue poco a poco quitando los sufrimientos de encima y a los 28 minutos encontró el premio a la constancia y al deber de superación. En jugada de Rennella, el goleador de la casa, Rubén Castro, logró el primer tanto de los béticos. El delantero verdiblanco recibió un pase en profundidad y con habilidad se zafó del marcador visitante para sorprender a Sergio Pérez. Era el 1-0 para el Betis. A pesar de este golpe, el Mirandés mantuvo su ritmo con el fin de equilibrar el marcador. Pero el tanto de Castro dio algunas alas a los locales y Rennella, en el 39, estuvo a punto de ampliar la diferencia. Pero el Mirandés siguió erre que erre y en la recta final de esta primera parte fue Adán quien logró atenazar algunos complicados balones, rematados por los delanteros rivales.

Aunque Velázquez realizó algunos cambios en el equipo en la segunda parte –salieron Nono y Dani Pacheco por Cejudo y Rennella--, el Betis siguió con dificultades para doblegar el ímpetu del cuadro visitante. Menos mal que llegó a los 54 minuto el segundo gol verdiblanco. Casado fue quien centró al área donde estaba con la caña Rubén Castro, que en dos tiempos, logró superar al meta del Mirandés para meter el balón en la portería. En el primer remate, Sergio Pérez rechazó el cuero, pero el goleador bético, astuto y pícaro, supo rematar bien la faena. Llegaba, pues el 2-0. Un tiempo, hasta la recta final, para reflexionar y sacarle partido a esa ventaja que había llegado al zurrón verdiblanco por obra gracia de la pegada de Castro.
Pero el Mirandés siguió molestando a los béticos hasta la pitada final. Aunque primero Kadir, minuto 81, y luego Matilla, en el minuto 83, pudieron ampliar el marcador bético, bien es verdad que el Mirandés nunca lanzó la toalla. Mantuvo siempre el equipo visitante su idea fija de incordiar y no dar facilidades a los béticos. Menos mal que errores en los remates y aciertos de Adán, el cuadro de Carlos Terraza no se pudo comer ni una rosca. Dentro del desorden bético y de la pujanza del Mirandés, el cuadro vediblanco, en los minutos 86 y 88 de juego, en jugadas de Dani Pacheco, pudo lograr hasta la goleada después de tantos sufrimientos y tantas penurias. En estas dos ocasiones, los remates de Rubén Castro no llegaron al fondo de las redes de la portería de Sergio Pérez. Hubiera sido la apoteosis. El 2-0 para el Betis, después de tanto trasiego y tantas dificultades, fue un gran premio para hacer una profunda reflexión y que el equipo encuentre fórmulas más directas para no sufrir tanto en cada partido. Lo más destacado es que después de pasar por tantas fatigas en este partido ante el Mirandés, el equipo se la colocado en cuarta posición de la tabla y a un solo punto del líder.

FICHA DEL PARTIDO:
Alineaciones:
Real Betis Balomié: Adán; Molinero, Perquis, Jordi, Casado; Ndiaye, Matilla (Lolo Reyes, minuto, 83), Cejudo (Nono, minuto, 68), Kadir; Rubén Castro y Rennella (Dani Pacheco, minuto,58).
Club Deportivo Mirandés: Sergio Pérez; Aitor, César, Corral, Kijera; Rúper, Emilio Sánchez (Provencio, minuto, 72), Igor, Álex García; Juanjo (Pedro, minuto, 52) y Barahona (Jordi Pablo, minuto, 55).
Goles
1-0, minuto, 28: Rubén Castro y 2-0, minuto, 54: Rubén Castro.
Arbitraje: 
Ocón Arráiz (Colegio Riojano). Mostró tarjetas amarillas a Molinero, Ndiaye, Barahona y Aitor.
Se jugó en el Benito Villamarín el partido de la sexta jornada de la Liga Adelante entre el Real Betis y el C.D. Mirandés. Asistieron más de 30.000 espectadores. (Foto: R.Betis Balompié).

No hay comentarios: